Entradas

¡Hola! He vuelto con un manifiesto

Imagen
Cuando volví, después de cruzar el atlántico. Un chifa y amigos Después de mucho tiempo, he vuelto a reconectar con este blog. Admito que he sido un poco ingrato conmigo mismo, ya que había jurado escribir cada jueves durante mi tiempo en Europa . Sin embargo, la experiencia fue tan maravillosa que sentarme frente a una pantalla no parecía la decisión correcta mientras todo un mundo esperaba ser explorado . Ese periodo fue reparador, he vuelto a disfrutar momentos . Importante fue cerrar capítulos y construir recuerdos que hoy forman parte de una etapa consolidada . Ahora, con esa energía y experiencia, quiero dedicar esta cuarta nota de mi humilde cocina a algo especial: mi manifiesto. Con mucha emoción, un nuevo horizonte me inspira . La educación, como siempre, ha sido ese aderezo que mantiene mi esencia viva y perenne. La familia sigue siendo ese lazo estable y aliado constante. El trabajo me llama con nuevas misiones por cumplir. Y el amor, por ahora, queda postergado mientras sig

Aguardiente y Limón para las decepciones

Imagen
  Aunque esta nota esté inspirada en aguardiente, me gusta el vino La vida es una mezcla de sabores, y aunque preferimos lo dulce, a veces el amargo es inevitable. Entre sorbos de aguardiente y limón, he aprendido que las decepciones no se limitan solo al amor, sino también a los amigos y, más jodidamente, a la familia. Kali Uchis lo expresa en una linda canción: "La vida es sabrosa, tan deliciosa." Y aunque nos fastidia, hay algo valioso en cada experiencia que vale la pena saborear. Las primeras amarguras Recuerdo esas promesas de juguetes que nunca llegaron, o las salidas soñadas que nunca se concretaron, mis padres no siempre pudieron cumplir, y eso, aunque amargo, me enseñó a no depender de expectativas que otros no pueden sostener. Luego estaban mis primos, cuya mala onda me empujó fuera del clóset antes de que estuviera listo. Hay cosas que salieron forzadas y, aunque dolió, fue ese mismo dolor el que me preparó para abrazar quién soy con firmeza. Así, como una fruta q

Reunión con Mamá

Imagen
Una de las tantas reuniones de las que fui bendecido ¿Por qué? Siempre que mi mamá llora, yo automáticamente lloro. Recuerdo la primera vez que la vi llorar, en un momento en que el mundo se sentía más pesado y las palabras parecían no ser suficientes. No he convivido mucho con mamá y papá en sincronía; fue mamá quien tomó la delantera cuando cada uno decidió tomar caminos separados. Hoy por hoy el tiempo se encargó de reparar de cierta forma ese proceso. "Estoy bien, estoy bien" El valor que le tengo a mi mamá es inmenso. Si estamos bien, nos lo decimos en nuestras conversaciones, con una firmeza que a veces se desmorona entre suspiros. Y cuando sé que las cosas no están bien, recurro a lo mejor de mí, siempre con el objetivo de devolver un poco del inmenso apoyo que ella me ha brindado durante años, así cueste lo que cueste. La mesa separada La primera vez que me separé de mi mamá fue difícil. No entendía el porqué, o tal vez sí, pero simplemente pasó. Esa fue la primera di

Lo que un crepé da, otro lo quita

Imagen
El símbolo de lo que fue, hoy adoptado en un albergue. La conexión después de mi cuarentena Hace un mes se cerró un capítulo importante en mi vida emocional. Como muchas historias, esta traía promesas de nuevas experiencias. Un simple crepé, dulce y perfecto en su momento, nos unió. Al principio, todo fue increíble. Nos reímos, exploramos nuevos lugares, y me dejé llevar por ese “llego” que él decía tan seguido. Cada encuentro se sentía como un respiro fresco después de tanto encierro y aislamiento. El enamoramiento llegó, con el paso de los días, me di cuenta de que este vínculo me estaba llevando a lugares y aspectos que jamás pensé conocer. Los viajes que hicimos juntos fueron un escape de la rutina, momentos donde creí que todo iba bien. Entre festivales, escapadas y tantas otras actividades con su familia, parecía que estábamos construyendo algo sólido. Pero a veces, cuando todo se construye demasiado rápido, los cimientos pueden tambalearse. La ruptura que se quemó en la sartén L